martes, 26 de febrero de 2013

CONTROL DE LECTURA * SOSA - RIVAS

Lea detenidamente cada uno de los poemas que se muestran a continuación, luego desarrolle su comentario crítico teniendo en cuenta, su contenido, la temática, la vigencia del tema así como su conexión con la realidad.

ROBERTO SOSA

LOS INDIOS

Los indios
bajan
por continuos laberintos
con su vacío a cuestas.
En el pasado
fueron guerreros sobre todas las cosas.
Levantaron columnas al fuego
y a las lluvias de puños negros
que someten los frutos a la tierra.
En los teatros de sus ciudades de colores
lucieron vestiduras
y diademas
y máscaras doradas
traídas de lejanos imperios enemigos.
Calcularon el tiempo
con precisión numérica.
Dieron de beber oro líquido
a sus conquistadores,
y entendieron el cielo
como una flor pequeña.
En nuestros días
aran y siembran el suelo
lo mismo que en edades primitivas.
Sus mujeres modelan las piedras del campo
y el barro, o tejen
mientras el viento
desordena sus duras cabelleras de diosas.
Los he visto sin zapatos y casi desnudos,
en grupo,
al cuidado de voces tendidas como látigos,
o borrachos balanceándose con los charcos del ocaso
de regreso a sus cabañas
situadas en el final de los olvidos.
Les he hablado en sus refugios
allá en los montes protegidos por ídolos
donde ellos son alegres como ciervos
pero quietos y hondos
como los prisioneros.
He sentido sus rostros
golpearme los ojos hasta la última luz,
y he descubierto así
que mi poder no tiene
ni validez ni fuerza.
Junto a sus pies
destruidos por todos los caminos,
dejo mi sangre
escrita en un oscuro ramo.

LA CASA DE LA JUSTICIA

Entré
en la Casa de la Justicia
de mi país
y comprobé
que es un templo
de encantadores de serpientes.

Dentro
se está
como en espera
de alguien
que no existe.

Temibles
abogados
perfeccionan el día y su azul dentellada.

Jueces sombríos
hablan de pureza
con palabras
que han adquirido
el brillo
de un arma blanca. Las víctimas -en contenido espacio-
miden el terror de un solo golpe.

Y todo
se consuma
bajo esa sensación de ternura que produce el dinero.


ANTONIO JOSÉ RIVAS

LA ASUNCIÓN DE LA ROSA

Luz de rodillas. Circular aroma
que sobre el prisma del color se empina
dulce contrasentido de la espina,
rocío de la nube y la paloma.

Espejo del arrullo. Claro idioma.
Súbito embrujo de la golondrina.
Palma que limpia el alba y la destina
para la piel del ángel que se asoma.

Ala de nieve en redimido vuelo.
Por la espina la cruz se adhiere al cielo
y el viento sabe de lucero erguido.

Gota de luna que en su mundo asume
la península breve del perfume
que es el amor que se quedó dormido.


MI PATRIA

Mi patria es una rosa memorable
Sorprendida en el pecho.

Siempre que la pronuncio se descubre
Que le beso la frente,

Morazán la eterniza leve y alta,
Pero en el mar me pesa.

Mi patria es una niña que aún se busca
Detrás de los espejos;

Y en la baba de un pez desamorado
Se resbala su nombre.

No hay manera más honda de mirarla
Que pérdida en mis ojos:

Le digo su lento mundo de ceniza
Y paz deshabitada;

Un alto rió irremediablemente
Le moja la tristeza;

La sangre se le quiebra en la cintura:
Mitad de la esperanza,

Y en su cuerpo una alondra sollozada
Aunque nadie lo diga.

Mi patria es una lágrima desnuda
Que se esconde en los ojos.

Se diría que todas las cascadas
Le han bebido la risa.

Yo ni siquiera puedo  suspirarla
Porque me duele el aire.

La guardo con amor en estas letras:
¡Quiero vivir un poco!